Lo más recomendable es que se suspendan unos días, al menos una semana, la realización de la actividad física, aplicar calor y frío local y consumir medicamentos analgésicos de venta libre al menos cada 8-12 horas por 3 días continuos. Recordar siempre calentar y estirar adecuadamente para evitar daño en músculos y articulaciones. En caso de que persistan los síntomas, consultar al médico tratante.