Si, con total tranquilidad. El consumo de carnes rojas no está contraindicado durante un embarazo. El inconveniente es que en ocasiones, y sobretodo en un embarazo avanzado, son difíciles de digerir y se prefieren evitar. Si se toleran se pueden consumir. También es recomendable el consumo de vísceras como el hígado ya que son una fuente importante de hierro.