En este aspecto la evidencia aún no es clara.
Algunos consideran que la respuesta inmune generada por las vacunas es mejor que la respuesta generada por la infección y que por este motivo valdría la pena completar el esquema. Sin embargo, se sabe que la infección genera defensas las cuales duran al menos 6 meses, pudiendo incluso ser de más de 10 meses en estudios publicados en abril de 2021.
En ese sentido, y ante el escenario de escasez de vacunas que enfrentan algunos países, puede considerarse no aplicar la segunda dosis en población que tiene bajo riesgo de presentar complicaciones, y aplicar la siguiente dosis en personas mayores de 60 años o con comorbilidades de riesgo para presentar COVID-19 severo.