A la mente se le conoce también como " la loca de la casa". Con esto quiero decir que ella es así: inquieta, como un mono saltarín, de un pensamiento a otro, de una ocurrencia a otra, de una idea a otra. Pero la mente es muy importante, es definitiva, es indispensable. Lo que tenemos que hacer es ponernos por encima de ella y no dejar que como niña indisciplinada haga de las suyas, sino que nosotros seamos los que la orientemos, la enseñemos y de esta manera no nos manejará.
Entonces si surgen pensamientos -que vienen de la mente- incongruentes, alocados sencillamente los dejamos pasar, no los atendemos y con esto ella pierde fuerza. Y al revés si lo que hace es acordarnos, facilitarnos aprendizajes, etc. entonces abrigamos esos pensamientos y le estimulamos en ese sentido. Luego si analiza este aspecto de ahora en adelante no se angustiará, simplemente rechazará las ideas, visiones o pensamientos no lógicos o cuerdos y le dará juego a lo conducente.