Es necesario que se realice una glicemia en ayunas y post prandial, y una hemoglobina glicosilada. Los valores en la glicemia en ayunas mayor de 126 mg/dl o glicemia post prandial mayor de 200 mg/dl, o una hemoglobina glicosilada mayor del 6.5%, son diagnósticos, de Diabetes Mellitus tipo II.