Introducir este tipo de objetos de uso diario en el ano puede ser riesgoso, primero porque tienen bordes y puntas que pueden lacerar el ano y la mucosa rectal, pudiendo producir heridas que pueden sangrar e infectarse. Además existe un fenómeno de succión en el cual después de introducir algo en el ano, el objeto puede quedar atrapado en el recto, más si es un objeto hueco, haciendo necesaria una intervención para retirarlo. Por lo tanto no está mal experimentar, siempre y cuando no se ponga en riesgo la salud, además las prácticas que se describen son riesgosas.