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El principal órgano que afecta la marihuana es el cerebro, especialmente a su edad. A nivel de las funciones de este órgano, los efectos a largo plazo son el deterioro de la habilidad del lenguaje (menor producción de palabras), disminución de la capacidad de concentración, disminución de la velocidad de procesamiento de la información, disminución de memoria a corto plazo, dificultad de aprendizaje de tareas sencillas y complejas, disminución de coordinación motriz, alteración del estado de ánimo (estados depresivos, euforia, agresividad), pérdida del auto cuidado, disminución del rendimiento escolar, social o laboral y desencadenamiento de enfermedades mentales (psicosis, esquizofrenia, trastornos de la personalidad). Adicionalmente, estudios científicos, como algunos publicados en "The Journal of Neuroscience" sugieren que los cambios no son solo de las funciones, sino que el tamaño y la forma de algunas regiones del cerebro pueden variar en las personas jóvenes que consumen esta sustancia, incluso si el consumo leve u ocasional.
Lo más recomendable es que evites su consumo para prevenir el deterioro mencionado, si no te es fácil hacerlo sola, puedes asistir a un médico, o idealmente un toxicologo que te ayude en el proceso y cuanto antes lo hagas es mejor para tu salud y para este preoceso, ya que una adicción a la marihuana es difícil de manejar.
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