Se han realizado varios estudios con respecto a esto y se ha visto que la estimulación del apetito está conducida por las mismas neuronas que normalmente se encargan de producir saciedad, conocidas como Proopiomelanocortina (POMC). En los estudios se observó que las neuronas POMC se activaban y liberaban tanto anorexígenos (supresores del apetito) como orexigénicos (estimulantes del apetito).