Aumentar en la alimentación los omega 3, la chía, la linaza, los pescados azules como el salmón, las sardinas, las truchas (libres, no de cultivo) semillas y nueces. Realizar masajes con aceite de coco (debe ser un aceite de buena calidad, de primera prensa en frío, crudo) en el cuero cabelludo, dos veces por semana. Lavar con vinagre de manzana.