Lo más importante para poder salir adelante es que se tenga un apoyo principalmente por parte de la familia ya que van a ser ellos quienes acompañarán el proceso de recuperación, ayudarán a mantener una dieta adecuada, y darán la fuerza para no decaer. Es necesario que se empiece por contarles lo que se siente y cómo se siente con respecto al propio cuerpo y a la comida. Consultar inmediatamente a un profesional en el tema, en este caso es el médico psiquiatra quien trata este tipo de trastornos. Se necesita una valoración presencial para poder establecer la severidad de los síntomas, exactamente cómo son los hábitos, entre muchas otras preguntas que se deben resolver. Por lo tanto, no dudar en consultar inmediatamente, ya que este tipo de trastornos pueden salirse de las manos fácilmente. Ánimo, que el primer paso es reconocer que se necesita ayuda (ya se hizo), el segundo paso es buscarla.