No hay problema con acostarse después de cenar, excepto si se padece de reflujo gastro esofágico, ya que si se tiene esta condición, el ponerse en posición horizontal predispondrá más al reflujo y se tendrán agrieras, carraspeo, tos, con el consiguiente daño del esófago. En este caso, solo se debe acostar tres horas después de cenar y nunca cenar en forma copiosa.