Debe hacerse inicialmente una revisión de optometría para descartar errores refractados visuales que no estén corregidos y, posteriormente, un examen de oftalmología para ver si existe alguna patología intraocular o de retina que deba ser descubierta. La visión borrosa puede tener diversos orígenes, pero para descubrirlos se debe hacer una buena evaluación ocular.