Si no se logra controlar el impulso de comer es recomendable que se acuda a una valoración por psiquiatría, para poder tener herramientas para el control de las situaciones que generan ansiedad y desencadenan las ganas de comer. Esto debido a que se puede generar aumento de peso, aumentando los riesgos cardiovasculares. En ocasiones la ansiedad se puede controlar con actividad física, realizando labores manuales donde se logre canalizar este impulso. De lo contrario es recomendable ser valorado por psiquiatría.