Las recomendaciones, además del manejo farmacológico para el control de la tensión arterial, es que se tenga una dieta baja en carbohidratos, con alto consumo de frutas y verduras (4 a 5 porciones al día de frutas o verduras), tener un consumo menor de 2,5 gramos de sal al día, bajar aproximadamente el 10% del peso corporal que se tiene y hacer ejercicio por 150 minutos a la semana. Con eso mejoraría la salud y se ayuda a estabilizar la tensión. Recordar que esto no reemplaza el manejo con medicamentos. Es posible, sin embargo, que luego de que se baje de peso y se mantengan esas recomendaciones, se puedan suspender algunos o todos los medicamentos de la tensión, pero esta decisión la debe tomar el médico.