La Ampicilina funciona contra las bacterias pero no contra los virus y la gripe es un virus. Por lo tanto, no debe usarse. Hay una excepción: cuando la gripe vaya asociada a un proceso bacteriano (por ejemplo, una neumonía). Pero normalmente no ayuda a curarse antes y expone al paciente a efectos adversos. Además, su uso indiscriminado contribuye a generar resistencias frente a futuras bacterias (si más adelante los necesitamos, no nos harán efecto). Lo mejor es tomar abundantes líquidos y apoyar el sistema inmunológico con al menos 3 gramos diarios de vitamina C. Si los síntomas persisten más de una semana debe consultar con su médico.