Lo más probable es que se trata de una Conjuntivitis. Los síntomas de la Conjuntivitis pueden variar dependiendo de la causa pero, por lo general, incluyen lo siguiente: Enrojecimiento o inflamación de la parte blanca del ojo o del interior del párpado, aumento en la cantidad de lágrimas, secreción del ojo blanca, amarillenta o verdosa, picazón, irritación o ardor en los ojos, mayor sensibilidad a la luz, sensación de tener arena en los ojos, ojos o pestañas con lagañas. La mayoría de los casos de Conjuntivitis son leves y mejoran por sí mismos, incluso sin tratamiento. Sin embargo, en algunas ocasiones es importante consultar con el oftalmólogo para que dé un tratamiento específico o para que haga seguimiento de cerca. Se debe ver a un oftalmólogo si se tiene Conjuntivitis, junto con cualquiera de los siguientes síntomas: Dolor en el ojo entre moderado y fuerte, sensibilidad a la luz o visión borrosa, enrojecimiento intenso en el ojo. También si el sistema inmunitario está debilitado, por ejemplo, a causa del VIH o por un tratamiento contra el Cáncer, por síntomas que empeoren o no mejoren, incluida la Conjuntivitis bacteriana que no mejore después de 24 horas de comenzar el tratamiento con antibiótico, por afecciones pre existentes en los ojos que puedan ponerlo en riesgo de presentar complicaciones o una infección grave.