Hay distintas causas por las cuales una pareja no es capaz de lograr un embarazo, a pesar de una actividad sexual frecuente y sin protección. Dentro de estas causas hay algunas que son de origen masculino (no se producen suficientes espermatozoides, etc) y otras femeninas (infecciones en el útero, pobre ovulación, etc). Se sugiere acudir a cita con el especialista para que orienten y sean indicados los exámenes a seguir o el tratamiento, de ser necesario.