Para que se favorezca el embarazo el endometrio debe tener un grosor por encima de 6mm, estudios han indicado que un endometrio de mayor grosor, entre 9 a 12 mm, favorece más el embarazo; sin embargo, luego de que ya se ha instaurado el embarazo, el grosor del endometrio no tiene relevancia, puesto que este durante el embarazo se transforma en la decidua que es la parte materna de la placenta.
Por esto, durante el embarazo, en relación con el endometrio, lo relevante es evaluar la salud placentaria; el grosor del endometrio ya cuando el embarazo está instaurado no se mide.