Se debe tener una dieta balanceada, es decir, aumentar el consumo de verduras, frutas, proteína sin grasa y evitar el consumo excesivo de carbohidratos. Es recomendable aumentar el consumo de lácteos, líquidos y realizar ejercicios sin sobrecargar los músculos. Recordar estirar e hidratarse antes, durante y posterior al ejercicio.