Al perder grasa corporal se genera que la temperatura del cuerpo se conserve menos, aumentando la posibilidad de presentar frío. Las defensas no se ven afectadas por abrigarse mucho. Recordar el alimentarse adecuadamente para tener buenas defensas. Evitar los espacios fríos y cambios de clima, lo que puede desencadenar episodios de rinitis, y por ende, estornudos.