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Es posible que se encuentre experimentando terrores nocturnos, estos son episodios involuntarios y que el niño no recuerda, se caracterizan por un despertar brusco con gritos o llanto, pueden acompañarse de manifestaciones de sonambulismo (se mueve o habla). Este tipo de trastornos del sueño suelen ser estudiados por el psiquiatra.
En la mayoría de los casos los terrores nocturnos no implican un problema y tienden a resolver con el tiempo. Puede ser necesario tratamiento en situaciones de peligro para el menor (poco frecuente) o afectación importante del sueño del paciente o de los padres o familiares.
Durante uno de estos episodios mantenga la calma, no ocurrirá nada malo intente abrazar o hablar suavemente con el niño para facilitar que vuelva a dormir. Favorezca un espacio de sueño tranquilo, evite estimulantes hasta 3 horas antes de dormir, y vigile por la aparición de otros síntomas o manifestaciones (a veces pueden ocurrir por enfermedades no diagnosticadas como trastornos respiratorios). Intente llevar un control de la situación para describir con el mayor detalle a su médico, anote tiempo desde que fue a dormir hasta aparición del evento, duración, número de eventos durante la noche, frecuencia durante la semana, otras manifestaciones o posibles eventos relacionados antes de dormir.
Mantenga la calma, es probable que sea algo pasajero y que no represente un peligro para su hijo. Aún así, no dude en acudir a consulta para complementar la evaluación.