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El sulfato ferroso está indicado para aumentar los depósitos de hierro y funciona como tratamiento para la anemia ferropenica específicamente.
Los efectos secundarios oscilan entren sabor amargo o metálico en boca, pirosis (ardor estomacal), puede presentarse estreñimiento, coloración oscura de heces. Estos síntomas no necesariamente se presentan todos ni en todas las personas.
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