Esto se puede deber a una inflamación o irritación del tendón, las cuerdas fibrosas que unen un músculo al hueso. Esta inflamación puede ser causada por una lesión repentina, es mucho más probable que la enfermedad se origine en la repetición de un movimiento en particular a lo largo del tiempo, lo cual causa una tensión constante en el tendón.
Lo más importante a tener en cuenta para tratar esto es:
- Reposo. Evita las actividades que incrementan el dolor o la hinchazón. No intentes trabajar ni jugar cuando sientas el dolor. El descanso es esencial para que sane el tejido. Pero no significa que tengas que hacer reposo absoluto en cama. Puedes hacer otras actividades y ejercicios que no ejerzan presión en el tendón lastimado. Podrías tolerar bien hacer natación y ejercicios acuáticos.
- Hielo. Para disminuir el dolor, los espasmos musculares y la hinchazón, aplica hielo en la zona lastimada por hasta 20 minutos varias veces al día. Las bolsas de hielo, el masaje con hielo o los baños con agua helada pueden ayudar.
- Compresión. Debido a que la hinchazón puede provocar pérdida de movimiento en la articulación lesionada, comprime la zona hasta que haya desaparecido la hinchazón. Lo mejor son las compresas o las vendas elásticas compresoras.
- Elevación. Eleva la parte afectada por encima del nivel del corazón para ayudar a reducir la inflamación.
- Después de algunos días de descanso absoluto de la zona afectada, muévela suavemente en toda su amplitud de movimiento para mantener la flexibilidad de la articulación.
- También puedes probar los medicamentos de venta libre, como aspirina, ibuprofeno, naproxeno sódico o paracetamol, en un intento por reducir la incomodidad relacionada con la tendinitis, siempre estos medicamentos con dosis y días de uso estipulados por tu médico.
Otro punto importante es prevenir estos episodios, y para ello está:
- Relájate. Evita actividades que provoquen un esfuerzo excesivo para tus tendones, especialmente por períodos prolongados. Si notas dolor durante un ejercicio en particular, suspende y descansa.
- Combínalo. Si un ejercicio o actividad te causa un dolor persistente y particular, intenta otra cosa. Los ejercicios con máquinas te pueden ayudar a combinar un ejercicio de carga por impacto, como correr, con ejercicios de menor impacto, como andar en bicicleta o la natación.
- Mejora tu técnica. Si tu técnica en una actividad o ejercicio es deficiente, puedes estar predisponiéndote a tener problemas con los tendones. Considera tomar clases u obtener instrucciones profesionales cuando comienzas un deporte nuevo o cuando usas equipos para ejercicios.
- Estira. Después del ejercicio, tómate tu tiempo para estirar, y así poder maximizar la amplitud de movimiento de tus articulaciones. Esto puede ayudar a minimizar los traumatismos reiterados en tejidos tensos. El mejor momento para estirar es después del ejercicio, cuando los músculos entraron en calor.
- Usa una correcta ergonomía en el lugar de trabajo. Si es posible, haz una evaluación ergonómica de tu lugar de trabajo y ajusta tu silla, teclado y escritorio siguiendo las recomendaciones para tu estatura, longitud de brazos y tareas habituales. Esto te ayudará a proteger todas tus articulaciones y tendones de la tensión excesiva.
- Prepara tus músculos para practicar deportes. Fortalecer los músculos que usas en tu actividad o deporte puede ayudarlos a resistir mejor el esfuerzo y la carga.
Espero y esta información te sea de utilidad, estamos a tus órdenes.