Es probable que este tipo de dolor se relacione a situaciones como estrés, falta de ejercicio, mala postura.
Algunas recomendaciones para el manejo de esta condición incluyen:
- Evitar trabajos con sobrecarga lumbar (Si debe levantar pesos, mantenga el objeto cerca de su cuerpo).
- Analgésicos como paracetamol o naproxeno a dosis bajas, o antiinflamatorios según la intensidad del dolor.
- Estas medidas pueden completarse con relajantes musculares y calor local.
- Una vez pasado el episodio agudo de dolor, es conveniente hacer ejercicios para mejorar la musculatura
- Evite levantar algo mientras no esté en posición frontal: no debe inclinarse ni estirarse para alcanzar algo.
- Pierda peso en caso de obesidad.
- No permanezca mucho tiempo sentado o de pie. En la cama, póngase boca arriba con una almohada bajo su espalda, o duerma de lado con las rodillas flexionadas y una almohada entre ellas.
Si a pesar de estas medidas el dolor persiste, son severos, aparecen fiebre, problemas para el control de la orina o las heces, o debilidad marcada en una pierna. Si el problema le impide realizar actividades normales de cada día, lo mejor es acudir a una cita médica para valoración.