La migraña es un tipo de dolor de cabeza que en su origen tiene un componente hereditario, es decir que en algunos pacientes es una condición que pudo haber sido adquirida a través de herencia genética.
Las crisis de migraña suelen precipitarse con:
1. Alimentos: cafeína, té, chocolate, bebidas alcohólicas, tabaco, productos lácteos, edulcorantes, enlatados y productos con preservativos.
2. Medicamentos: nitratos, nifedipina o esteroides.
3. Alteraciones psicológicas: depresión o ansiedad.
4. otros: privación del sueño.
Actualmente la migraña no tiene una cura específica, el objetivo de la terapia se basa en reducir la severidad y frecuencia de las crisis, prevenir la recurrencia y mejorar la calidad de vida de los pacientes.
Durante la crisis de dolor se recomienda el uso de medicamentos tipo AINES (antiinflamatorios no esteroideos) como naproxeno o ibuprofeno, en casos severos y generalmente en el ambiente hospitalario se pueden usar otros fármacos como el ácido valproico o haloperidol.
En pacientes que presentan crisis muy seguidas a pesar de seguir las recomendaciones anteriores, se puede iniciar una terapia profiláctica (para tomar regularmente), con medicamentos como beta bloqueadores o calcio antagonistas.
Recomiendo asistir a su médico tratante para evaluar cuál de las terapias previamente expuestas es la mejor en su caso.
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