La razón es que al no poder medir la fuerza, sitio exacto o cómo fue el golpe dentro de los problemas posteriores en el cerebro están los hematomas, el edema cerebral y las graves consecuencias que estos producen y dan como síntoma: somnolencia. Además porque si el niño está dormido no vemos qué le está pasando, qué está sintiendo, sus ojos, su llanto, etc. Así que lo mejor es observar lo que presente el niño y llevarlo por urgencias al sitio más cercano sobre todo si pierde el conocimiento.