Lo más importante es que procures comer a las mismas horas todos los días. Tratando de mantener una dieta balanceada y siguiendo algunas recomendaciones como:
Evitar alimentos como: grasas, fritos, salsas, café, té, chocolate, menta, ajo, cebolla, frutos secos, bebidas con gas, cítricos, chicles, coles
No tomar la siesta inmediatamente después de las comidas
Cenar al menos 3 horas previas a acostarse
Es mejor realizar varias comidas al día ligeras, que pocas muy abundantes.
Es muy importante no fumar y no beber alcohol, porque ambas sustancias empeoran los síntomas.