Sí, existen contraindicaciones absolutas y relativas para realizar ejercicio. Estas contraindicaciones pueden seguir debido a que hay condiciones patológicas (enfermedades) que podrían descompensarse o comprometer la salud de la persona.
Contraindicaciones:
ABSOLUTAS:
- Insuficiencia renal, suprarrenal, hepática, pulmonar y cardiáca.
- Enfermedades infecciosas agudas (hasta su recuperación) e infecciones crónicas.
- Enfermedades metabólicas no controladas: diabetes, hipertiroidismo, anorexia.
- Hipertensión arterial no controlada o sin tratamiento.
- Compromiso del sistema músculo-esquéletico: miositis y artritis en fase aguda.
- Enfermedades con debilidad o fatiga muscular.
- Enfermedades que alteran el equilibrio o producen vértigos.
RELATIVAS:
- Según el tipo de deporte:
- Retraso del crecimiento.
- Enfermedades hemorrágicas.
- Ausencia de un órgano par: por ejemplo cuando falta un riñón hay riesgo de deshidratación y daño renal.
- Disminución de la visión y audición.
- Hernias abdominales: se permite la realización de todo tipo de deporte que no comporte aumento de la prensa abdominal.
- Antecedentes de traumatismos craneales o intervenciones quirúrgicas de cabeza y columna.
- Enfermedad convulsiva no controlada.
- En el agua:
- Alteraciones de la piel que empeoran con la humedad.
- Otitis, sinusitis y conjuntivitis agudas.
- Ambientes calurosos:
- Fibrosis quistica.
- Condiciones que favorecen la deshidratación, vómitos o diarreas.
- Ambientes fríos y secos:
- Cuadros de asma
Antes de iniciar alguna actividad física es importante acudir a una valoración médica para conocer si se tiene alguna condición que limite la realización de ejercicio.
Espero haberle orientado.