Si usted baja de peso mediante dietas estrictas, es normal que tan pronto suspenda la dieta vuelva a ganar el peso perdido e incluso 1 o 2 kilos más. Pues esta técnica no es la recomendada para mantener un peso ideal. La mejor estrategia es implementar cambios en los hábitos de vida de manera duradera en el tiempo: cambiar el pan blanco por cereales integrales, no comer fritos, preferir los alimentos cocidos u horneados, no adicionar salsas a las comidas, no consumir bebidas gaseosas, postres, harinas, galletas y azúcar, aumentar las porciones de frutas y verduras y no saltarse ninguna comida (en lo posible no pasar más de 3 horas sin comer). También incluir en su vida diaria el ejercicio, no de manera ocasional (sólo los fines de semana o cuando está haciendo dieta) sino al menos 30 minutos 3 veces por semana. Esto logrará cambios más lentos pero duraderos, ya que la disminución brusca de peso produce en el organismo un efecto rebote: se hace la dieta y el organismo entiende que la comida está escasa, y por lo tanto cuando se vuelve a los hábitos usuales de alimentación almacena más energía en forma de grasa para la próxima ocasión en que haya escasez. La persona que puede ayudarle a establecer una dieta efectiva pero segura es un nutricionista.