Evitar fumar (incluye no usar cualquier forma de tabaco).
Hacer del hogar un lugar sin humo, la razón de esto es que no solamente fumar es un factor de riesgo para desarrollar cáncer en quién lo consume sino en quienes entran en contacto con el humo producido durante esta actividad.
Mantener un peso saludable.
Hacer ejercicio diario y limitar el tiempo que se pasa sentado.
Comer saludablemente: se recomienda tener una alimentación rica en cereales integrales, legumbres, frutas y verduras. Limitar los alimentos ricos en azúcar, grasa y sal y limitar el consumo de carne procesada y carne roja.
Evitar las bebidas alcohólicas.
Evitar la exposición excesiva al sol. Se recomienda el uso de protector solar.
Protegerse de sustancias cancerígenas en las que se pueda estar en contacto en el trabajo, para esto se recomienda seguir las normas de seguridad y salud en el trabajo.
Evitar la exposición a altos niveles de radón, si se está expuesto se debe buscar la forma de reducir dicha exposición.
En el caso de las mujeres, la lactancia materna reduce el riesgo de cáncer y que se debe limitar la terapia hormonal sustitutiva (se suele usar en la menopausia) porque puede aumentar el riesgo de algunos tipos de cáncer.
Se recomienda la vacunación contra la hepatitis B y el Virus del Papiloma Humano (VPH).
Es importante participar de los programas de detección temprana de cáncer colorrectal (hombres y mujeres), de mama (mujeres) y de cuello uterino (mujeres).