Lo principal es hacerse por lo menos 1 vez al año una revisión médica general y de ginecología. No existen recomendaciones estándares para detectar el cáncer ovárico. La ecografía de la pelvis o los exámenes de sangre (como el CA-125) no han demostrado que sean eficaces y no se recomiendan. Las pruebas para los genes BRCA se pueden hacer en mujeres en alto riesgo de cáncer ovárico. La extirpación de los ovarios y las trompas en mujeres que tengan un problema comprobado en los genes BRCA1 o BRCA2 puede reducir el riesgo de sufrir cáncer de ovario, aunque este tipo de cáncer aún se puede presentar en otras zonas de la pelvis. Lo otro que se debe tener en cuenta es evitar los factores de riesgo conocidos para el desarrollo potencial de este tipo de cáncer.