Aunque la vesícula no es indispensable en los procesos digestivos, sí ayuda de buena manera a que luego de ingerir los alimentos estos no nos caigan pesados. Por tanto después de la cirugía lo más importante es reducir el consumo de grasas, lácteos y aumentar la ingesta de frutas y verduras hasta por 3 o 4 veces al día. Es mejor comer fraccionado (varias veces al día) pero en porciones más pequeñas. Acompañe sus comidas con agua aromática caliente.