Es normal, y tiene varios motivos:
- Cambio hormonal: Después de que damos a luz los niveles de Progesterona caen bruscamente, y nuestro cuerpo se prepara para el bienestar del bebé, aumentando nuestros niveles de Prolactina (la hormona que estimula la producción de leche), pero esta hormona también inhibe (suprime) el deseo sexual.
- Las madres tenemos un trabajo de 24 horas al día con un bebé recien nacido, el agotamiento que esto produce también ayuda a disminuir el deseo sexual, posiblemente los únicos momentos libres que tengas prefieras usarlos para dormir y descansar.
Sin embargo esto es transitorio, discútelo con tu pareja, pues si el se encuentra involucrado en las tareas de cuidado del bebé, y conoce que lo que te pasa es normal y esperado, pueda ser más fácil entre los dos reiniciar paulatinamente la actividad sexual.