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Durante la intervención quirúrgica se pueden tener complicaciones como sangrado profuso y fractura de alguna raíz, durante la fase de cicatrización puedes presentar síntomas de leves a moderados como incomodidad, dolor y alteraciones más graves como una infección del hueso (alveolitis), si no se tiene el cuidado debido durante las primeras dos semanas. Después de un tiempo si la estructura dental no es sustituida, se altera la mordida, modificando la posición de los dientes adyacentes (contiguos o seguidos al diente extraído) por el espacio que queda y del diente con el que contactaba al abrir, cerrar la boca y masticar (el diente empieza a moverse hasta encontrar contacto con alguna estructura dental), también se modifica el hueso reabsorbiéndose (el hueso se mantiene por las raíces de los dientes, al no estar presente el diente el hueso se disminuye).
Es diferente en caso de los terceros molares (muelas de juicio/cordales), estos dientes generalmente no tiene función o no logran salir completamente en boca, por lo tanto la extracción trae más beneficios que mantenerlos, aquí solo puedes tener riesgos durante la cirugía o durante las primeras semanas del cuidado para la cicatrización.
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