Para el diagnóstico de la espina bífida:
- Existen hallazgos al examen físico que pueden elevar su sospecha como pilosidades o focetas a nivel de la columna lumbar.
- Es visible en métodos de imagen diagnóstica como radiografía, tomografía computarizada y resonancia simple de columna lumbar. En todos, se caracterizará por la ausencia de fusión de los arcos posteriores en las vertebras, en este caso L5 y S1.
Para el tratamiento:
- Es importante diagnosticar lesiones asociadas de la médula mediante resonancia magnética. En caso de que no existan, se trata de una espina bífida oculta aislada y no requiere otro tratamiento.
A su edad probablemente se trate de un hallazgo incidental. No le restringe ningún tipo de actividad, aunque debe recordar mantener higiene postural y ergonomía a la hora de practicar cualquier actividad.