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Según algunos datos de la literatura, la mitad de las personas sexualmente activa contraerán el VPH al menos una vez en la vida. Generalmente las lesiones pasan inarvertidas porque son asintomáticas y casi siempre benignas. Cuando aparece la clínica, suelen ser lesiones como condilomas (verrugas genitales), inflamación en el pene conocida como balanopostitis, cáncer de pene y anal y en mujeres, la más común, las lesiones en cérvix. En general, los hombres son portadores del virus, es decir no desarrollan síntomas, lo que implica una transmisión continua del virus. Se pueden hacer estudios diagnósticos en algunos hombres para identificar la presencia pero estos estudios están enfocados más en la parte investigativa y no es útil realizarlos para diagnosticar la infección. Por otro lado se hace muy difícil identificar si la pareja actual o previas fueron las causantes del contagio. Por lo que se recomienda principalmente el uso de condón, vida sexual sana y responsable, hábitos de vida saludables y control periódico de citología vaginal en mujeres.