La enfermedad pélvica inflamatoria (EPI) es un síndrome caracterizado por la inflamación aguda o subaguda secundaria a la infección en cualquier elemento del tracto genital superior en la mujer (endometrio, trompas de Falopio, ovarios o peritoneo pélvico) o incluso órganos adyacentes. La inflamación generalmente se disemina desde la vagina o el cuello uterino hacia el tracto genital superior. La mayoría de los casos de EPI (60-85%) son causados por patógenos de transmisión sexual, principalmente Neisseria gonorrhoeae y Chlamydia trachomatis, en menos casos las infecciones provienen de la microbiota vaginal. La EPI tiene una amplia gama de manifestaciones clínicas que van desde los cuadros subclínicos o silentes hasta los cuadros de peritonitis difusa que pueden causar de esterilidad o amenazan la vida de la paciente. Aunque, en la mayoría de los casos el cuadro clínico está dado por dolor pélvico con inflamación del tracto genital inferior. El manejo de esta entidad debe darse de manera adecuada y temprana ya que suele tener serias consecuencias sociales, familiares y económicas.
La diatermia ovárica por laparoscopia o drilling ovárico consiste en crear múltiples punciones en la superficie del ovario con láser o electrocoagulación bipolar. Tras el drilling disminuyen los niveles séricos de andrógenos, testosterona y LH y aumentan los de FSH. Estos cambios ocurren rápidamente tras la cirugía y se mantienen durante varios años. Además, el drilling ovárico restaura la sensibilidad ovárica al citrato de clomifeno y a la gonadotropina menopáusica humana (hMG). Actualmente para la realización del drilling se emplea preferentemente la vía laparoscópica, existiendo dos técnicas básicas, la electrocoagulación y la cauterización con láser. No existen evidencias de que una sea superior a la otra, por lo que actualmente se puede recomendar cualquiera de ellas dependiendo de las posibilidades técnicas de cada centro. Además de las posibles complicaciones propias de la anestesia general y de la técnica laparoscópica, la complicación inmediata más frecuente es la hemorragia. A largo plazo, la más importante es la formación de adherencias. Aunque los estudios al respecto muestran que éstas no son clínicamente relevantes, no existen estudios controlados aleatorizados. Se ha intentado limitar el trauma ovárico para disminuir estas adherencias actuando únicamente sobre un ovario o reduciendo el número de puntos de coagulación, aunque no ha mostrado ser efectivo.
Estos dos temas no se consideran tengan alguna relación directa. Espero haber aclarado tu duda. Para información más profunda deberás acudir a la literatura médica. No olvides calificarnos.