Podría ser una manifestación de condiciones cutáneas como la queratosis pilaris, si este es el caso no es causado directamente por el frío, pero su mayor percepción sí puede estar facilitada por la resequedad en la piel que genera el frío.
No constituye una enfermedad propiamente dicha, sino más bien una variable en la piel, se puede manejar con medidas como la humectación con úrea. No representa un peligro para la salud.