Sí, pueden estar relacionadas con estrés o ansiedad, sobrepeso u obesidad y factores ambientales como el clima o la tela de las almohadas.
En un principio no aparenta un peligro o riesgo por el que deba preocuparse, intente identificar un posible desencadenante como la ventilación en la habitación o el tipo de ropa de cama, verifique la forma o posición al dormir y adopte una postura cómoda. Si se encuentra en sobrepeso, iniciar actividad física y una alimentación balanceada serán de ayuda.
Realice estiramientos para aliviar las molestias en la espalda, puede aplicar compresas tibias y emplear analgésicos simples de venta libre para controlar el dolor.