La sudoración ocurre de manera progresiva en el individuo, iniciando usualmente de forma local al origen del estímulo, si se trata de una afección recurrente sería necesario descartar alteraciones del sistema nervioso autónomo que puedan retrasar la actividad de las glándulas sudoríparas del lado afectado. En principio si no se presenta ninguna otra anormalidad y a pesar del aparente retraso la sudoración es normal, no se trata de una condición grave.