Si ya no presentas esos síntomas y la molestia se estabilizó, probablemente no sea grave, no obstante, no es normal y hay que determinar la causa. Algunas alteraciones de la glicemia como la hipoglicemia podrían explicarlo, así mismo ciertas infecciones podrían estar relacionadas también, por otra parte, un episodio de deshidratación o hipotensión podría igualmente estar implicado. Si la molestia persiste recomiendo que consultes con tu médico para que realice una evaluación y si es necesario exámenes buscando evaluar estas tres posibilidades para determinar si existen alteraciones, la toma de la presión arterial, un examen de glicemia en ayunas y una hemoglobina glicosilada son mis recomendaciones.