Si se refiere al reflujo gastroesofágico, el pilar de su tratamiento son los hábitos alimenticios, dado que son primordiales para mejorar los síntomas. Éstas medidas incluyen: comer en porciones más pequeñas de las habituales, disminuir el consumo de irritantes y cítricos, disminuir el tiempo que pasa entre comidas. Por otro lado, el reflujo precede a la gastritis, a pesar de que son dos enfermedades diferentes, por lo que el tratamiento también incluye (en algunos casos, pero no como medida inicial) el uso de medicamentos como antiácidos, inhibidos de bomba de protones o anti histamínicos de receptor tipo 1.
Si aparece dolor y este es persistente y no disminuye con el tratamiento y las medidas adicionales y por el contrario aumenta, si inicia con vómito con sangre o de aspecto de cuncho de café, heces de color negro, consulte de inmediato a urgencias.
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