La inapetencia o pocos deseos que presenta su bebé para comer suelen ser secundarios a la presencia de fiebre; la fiebre se presenta en la mayoría de los casos secundaria a un proceso infeccioso que puede ser viral o bacteriano, durante este proceso es normal que el niño se encuentre decaído e inapetente, ya que el organismo se puede decir que guarda las energías para combatir la infección. Es importante que durante la presencia de fiebre hidrate muy bien a su niño ya sea con agua, jugos o suero; adicionalmente puede ofrecerle comidas ligeras, sopas o caldos.
Para el manejo de la fiebre, puede aplicar compresas de agua tibia en la frente, nuca, axilas y muñecas, realizar baños con agua tibia, ubique a su bebé en un ambiente fresco, y con ropa ligera, no lo abrigue demasiado. También puede darle medicamentos como acetaminofén o ibuprofeno con la dosis respectiva según su peso.
En caso de que la fiebre persista por más de 48-72 horas, presente dificultad respiratoria, que se ponga morado, se le hundan las costillas, respire rápido, no le reciba nada de alimento, o lo vomite todo debe acudir al servicio de urgencias.
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