Lo importante es que tengas en cuenta que la configuración de tu cuerpo es genética.
Claro que puede modificarte (no en extremo) con ejercicio y una dieta saludable.
Recomiendo un hábito alimenticio basado en frutas, verduras, proteínas, fibra, una adecuada hidratación, bajo en azúcares, grasas, frituras, paquetes o conservantes. Siempre acompañarte de un hábito de ejercicio que incluya cardio, fortalecimiento muscular y estiramiento muscular. Recuerda en lo posible asistir con nutricionista para estableces una dieta que se acomode a tu peso, talla y metabolismo.