Este tipo de reacción alergia se debe a que se bloquean los poros y evitan el drenaje de las glándulas sebáceas y sudoríparas, inflamando los folículos de la piel, dificultando así el control de la temperatura corporal.
Por ello es importante evitar el uso de sustancias que inflamen aún más la piel, como lociones con alcohol o cremas cosméticas que aumenten el "brote".
Así mismo cualquier artículo que tenga contacto en la piel (collares o cadenas) aumentara la reacción alérgica en esa zona.
Dentro de las recomendaciones para su control están:
1. Evitar la exposición directa al sol, dado que al aumentar la transpiración aumenta el brote.
2. Usar ropa fresca y holgada que permita la adecuada transpiración de la piel.
3. Evitar el rascado de las lesiones dado que pueden sobre infectarse.
4. Usar lociones humectantes como el acetato de aluminio que permiten que la piel este exfoliada y puedan drenar las glándulas.
5. Duchas frecuentes con agua fresca, y además consumo abundante de agua para bajar la temperatura del cuerpo.
Este tipo de lesiones tienden a desaparecer una vez el cuerpo logra regular su temperatura, y por ello el enfriamiento del cuerpo es la clave para el control de los síntomas.