Generalmente el manejo de la gastritis es una suma de varias medidas de control entre ellas dieta y el uso de medicamentos. Las gastritis más leves suelen mejorar sólo con llevar una dieta adecuada que evite la irritación de la mucosa del estómago, pero en la mayoría de los casos siempre es necesario usar medicamentos complementarios. La dieta básicamente consiste en evitar alimentos irritantes como sustancias ácidas, bebidas gaseosas, salsas, alimentos muy condimentados, exceso de alimentos grasos y frituras. Se debe comer de forma frecuente a lo largo del día (se recomiendan 5 o 6 comidas en porciones medianas), evitar comer a deshoras, no fumar ni beber alcohol, entre otras indicaciones.