Se ha descrito que la presencia en la leche de elementos denominados triptófanos, aminoácidos y melatonina pueden llegar a cerebro y provocar sueño debido a su acción sobre ciertas áreas, situación que se ve favorecida cuando se consume con carbohidratos como cereal o galletas. Sin embargo, algunos estudios han indicado que es por un condicionamiento cognitivo que esto sucede al relacionar desde bebés y niños la toma de leche, sobretodo tibia, con periodos de calma o tranquilidad.
Sea cual fuese el caso, en general, la leche provoca sueño en la mayoría de las personas y esto es algo totalmente normal.
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