No es anormal que vaya todos los días a defecar (hacer popo), de hecho, esto puede ser un reflejo de un adecuado tránsito intestinal o de una buena ingesta de fibra en su dieta; lo cual no es malo.
El deseo constante de defecar sin más síntomas podría relacionarse con algunas infecciones parasitarias o efectivamente una manifestación de estrés y ansiedad.
Mantenga una alimentación balanceada, rica en fibra, una buena hidratación, consumo de prebióticos y probióticos. Acompañado de actividad física regular. Favorezca espacios de reposo tanto físico como mental, si las molestias persisten, acuda a control médico.