Una fiebre que no es controlable con medios físicos y que no tiene un foco aparente amerita valoración médica temprana. Debes tener el cuenta que la elevación anormal de la temperatura es quizás uno de los signos más inespecíficos que existen pudiendo ser causada por una incontable cantidad de patologías ya sean de origen infeccioso, autoinmune, hematológico, hormonal, neurológico, entre muchos otros. Teniendo en cuenta lo anterior debes comprender que solo una valoración clínica presencial puede orientar el diagnóstico de manera adecuada, estableciendo la conducta a seguir y el tratamiento adecuado en caso de ser necesario.
Por otro lado, si la temperatura sube más allá de los 38.5°C y no se controla con medios físicos o los medicamentos recetados por su médico, será necesario que acudir urgencias con el objetivo de evitar complicaciones asociadas a convulsiones febriles o lesión de órganos.
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