Tradicionalmente las manifestaciones clínicas de la fiebre tifoidea se dividen en 4 semanas evolutivas:
- Primera semana: fiebre remitente que para el final de la primera semana se hace constante, dolor de cabeza, dolor muscular, malestar general, lengua saburral, diarrea o estreñimiento.
- Segunda semana: fiebre alta continúa, bradicardia relativa, es decir, en los picos mas alto de fiebre, la frecuencia cardíaca tiende a disminuir; dolor abdominal, roséola tifoidea (lesiones cutánea maculopapulares, de color asalmonado, desaparecen con la presión, ubicadas en tronco y tórax), aumento del tamaño del hígado y bazo, diarrea.
- Tercera semana: inician las manifestaciones neurológicas (meningitis, neuritis, delirio, síndrome de Guillain Barre); hepatitis, colecistitis aguda. En esta etapa en ausencia de tratamiento las complicaciones son importantes (hemorragia digestiva inferior y perforación intestinal).
- Cuarta semana: cede la fiebre, suele persistir debilidad, perdida de peso y cansancio. Posibilidad de colecistitis y osteomielitis.
Con la terapia adecuada y a tiempo, la fiebre y el resto de los síntomas se resuelven habitualmente en 1 semana.
Espero haber aclarado tu duda, ante cualquier nueva inquietud estaremos atentos.